Llegar a la Polinesia y no bucear sería como viajar a la playa y no tomar el sol. Es una lástima, después de tan largo viaje, no aprovechar la oportunidad de hacerlo. Sus aguas cristalinas se invitan a explorar los confines más profundos de su entorno. En las aguas más claras notarás que algunas especies se desplazan sin temor. Tu mismo puedes medir la profundidad de sus aguas con tus propios ojos, porque mientras más transparente veas el fondo, menos profundo es el lago.

Buceo en Bora Bora

Los corales brillantes le brindan ese color especial, ingresa a la profundidad de sus aguas en las Islas de la Sociedad y conoce a las rayas, divisa a los tímidos peces payasos. Si eres temerario entonces los tiburones de los atolones Tuamotu te esperan para que les eches un vistazo. Este mundo submarino no es conocido por todos, definitivamente necesitas agallas para hacerlo.

Buceando con aletas

Generalmente los hoteles te ofrecen la indumentaria para bucear y te proporcionan yates o barcos para ingresar al mar. Las agencias de viaje también ofrecen este servicio, no dudes en consultar. En Rangiroa por ejemplo necesitas un poco de experiencia porque las corrientes son intempestivas, te recomendamos hacerlo en los meses de junio a noviembre. La isla Moorea, hermana de Tahití también te ofrece una variada vida submarina donde puedes transitar con sus peces globos y rayas. Los fondos de corales te dejarán boquiabierto.

Buceo en Tahiti

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