UNICEF, una de las organización cuyos objetivos son la preservación de la vida y el cuidado y protección de los derechos infantiles, advierte desde hace años del impacto negativo del problema de la desnutrición en los niños.
La desnutrición como tal es una enfermedad bastante grave y arraigada especialmente los países tercermundistas.
La imposibilidad de absorber los nutrientes de los alimentos es la base de ella y suele atacar en diferentes medidas, por lo que se le categoriza en niveles, dependiendo de la gravedad.
Evidentemente por su poco poder de decisión en materia de salud y su fragilidad en su contexto social demográfico, son los niños los que resultan más afectados.
África es justamente uno de los continentes más dolorosamente atacados por el problema de la desnutrición infantil, especialmente vulnerable en un contexto donde se viven constantes amenazas bélicas, sobrepoblación y el aumento de casos de VIH-SIDA.
Según reportes de UNICEF, 5,6 millones de niños mueren cada año como consecuencia de la desnutrición, con tasas bastante considerables en Iraq, Sudán y Yemen.Ciertamente la desnutrición infantil es un problema muy grave que amerita una solución efectiva.
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