La Italia actual constituye uno de los países que más curiosidad despierta por su cultura y costumbres. Además, los inmigrantes italianos que llegaron a países como Argentina, Perú, Chile, Uruguay, Venezuela y México contribuyeron a la expansión de esta cultura en el mundo. En este artículo te mostramos una lista con las costumbres folcróricas más importantes, así como algunas de las más raras.

A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.

Arquitectura

La arquitectura de Italia hace referencia a la amplia gama de estilos arquitectónicos de que goza el paisaje italiano, los cuales no únicamente se clasifican por periodos sino también por regiones.



Italia siempre ha destacado en este ámbito por sus amplios avances técnicos, los cuales ya podían observarse en el pasado mediante la construcción de cúpulas, arcos y la recreación de estructuras similares a las del Imperio romano, siendo un ejemplo de ello la famosa Torre de Pisa.

Italia cuenta con varias obras monumentales representativas de la arquitectura occidental, entre ellas el Coliseo romano, la Catedral de Florencia, la Catedral de Milán, la Basílica de San Pedro y un largo etcétera.

La importancia de la arquitectura italiana es tal, que se ha difundido el uso de la expresión arquitectura italianizante o a la italiana y esto es algo de lo que los italianos se sienten enormemente orgullosos.

Arte

La pasión por las Bellas Artes en Italia es de sobra conocida y es una de sus costumbres más antiguas. Ya en la Roma antigua se hallaba el arte helenista, del que varios ejemplares han llegado hasta nuestros días.

Los típicos cuadros de esta era mostraban paisajes, caricaturas, retratos, vida y costumbres, imitaciones arquitectónicas, etc. En definitiva, esta costumbre artística llegó hasta el Renacimiento, época en la que recibía el nombre de grutesco.

La pintura renacentista trajo consigo la evolución del arte escultórico, que llegó a su máximo esplendor desde el siglo XV hasta los siglos XVI y XVII. Por su parte, la pasión por la escultura es herencia también de la Antigua Roma.

Las esculturas típicas de Italia se hacían preferentemente de mármol, aunque también las hay de bronce y marfil, aunque la mayoría de las que se conservan en la actualidad están deterioradas. Los motivos típicos de las esculturas italianas son la naturaleza y la adopción de formas y usos clásicos de Grecia y Roma.

Bodas

Como en España y otros países en los que predomina la religión católica, en Italia el matrimonio es todo un acontecimiento, algo así como un símbolo de lo que cada uno desea en la vida y un indicador del estatus social. Aunque la forma más tradicional de celebración se da en el sur de Italia, por norma general el matrimonio se divide en dos fases: el antes y el después.

Así, antes de la boda propiamente dicha tiene lugar La Promessa o, lo que es lo mismo, la celebración pre-matrimonio, que sucede semanas antes de la fiesta.

En esta fase, el párroco formula una serie de preguntas a los novios en la iglesia donde tendrá luego el matrimonio. Para terminar esta jornada, es costumbre realizar una cena por todo lo alto con los familiares y amigos de los novios (habitualmente unas 80-100 personas).

En los dos o tres días previos al casamiento, se fá il letto, es decir, se hace la cama. Esto quiere decir que los familiares y amigos de la futura pareja se reúnen en casa de los mismos y decoran la habitación de la pareja a fin de dejarla lista para la noche de bodas. Esta decoración incluye flores, bombones, dulces, botellas de champán y, sobre todo, dinero.

Esta costumbre de celebrar la unión matrimonial rodeados de multitud de personas se puede observar ya durante el noviazgo, que, al contrario que en otros países del mundo, es una fase de grupo.

El día de la boda en sí, el primer paso es reunirse en casa de los novios para saludar y dar la enhorabuena tanto a los novios como a sus familiares más allegados. Una vez hecho esto, la costumbre es que los invitados vayan tras el coche de la novia camino de la iglesia.

En la ceremonia eclesiástica, la novia llega de la mano del padre y a la salida se les tira a los recién casados arroz al igual que sucede en las bodas españolas. El banquete final es todo un festín que dura horas y horas y en el que el objetivo es claro: comer sin parar.

Café

Si antes mencionábamos que la pasta y la pizza son dos de los principales iconos italianos, mención aparte merece el café. Muchos son los que afirman que, en Italia, el café lo llevan “en la sangre” y es que este país vio nacer tipos de café tan populares como el expreso, el macchiato, el capuccino, el ristretto… Para los italianos, el café es un acto social, es decir, un medio por el cual relacionarse con los demás.

Existe una amplia gama de tipos de café en Italia, todos ellos aptos para cualquier paladar. No obstante, todos tienen dos características en común que los hacen tan especiales: por un lado, la calidad del grano y, por otro lado, el arte de los italianos para prepararlo.

Existen a grandes rasgos dos formas de preparar café. Una de ellas es el expreso, que consiste en utilizar la presión del vapor de agua, lo que produce un resultado espumoso y más intenso que el café filtrado. La segunda forma es la que se utiliza para el capuchino, para la que se utiliza leche para calentarlo al vapor.

Carnaval de Venecia

Cuando se trata de hacer mención a las fiestas y los festivales más típicos de Italia, sin duda el primero que viene a la mente es el carnaval de Venecia o, lo que es lo mismo, el carnaval italiano por excelencia.

Esta multitudinaria fiesta tiene su origen en el año 1296, fecha en que se celebró como fiesta pública per se por primera vez. El Carnaval comienza 12 días antes de la Cuaresma y termina el martes de Carnaval.

La costumbre durante este festival es disfrazarse, pero no sirve un disfraz cualquiera: los disfraces del carnaval de Venecia siguen una serie de patrones, siendo el más básico llevar una máscara.

En realidad, estos disfraces tan característicos representan a personajes de la Comedia del Arte (Commedia dell’Arte en italiano) del siglo XVI, que era el teatro del pueblo, esto es, de la clase baja.

Los disfraces pretendían tradicionalmente ridiculizar a los personajes mencionados anteriormente, por lo que los disfraces más típicos son los de:

  • Arlequín
  • Pantalone
  • Polichinela
  • Colombina
  • Pierrot
  • Brighella

Todos ellos pretenden representar a personajes arrogantes, ambiciosos, ricos, ávaros, románticos, etc. La máscara, por su parte, se denomina maschera nobile y consiste en una careta blanca, un sombrero de tres puntas y ropaje de seda negra.

Familia

Para los italianos, el rol de la familia es muy importante y ello puede observarse en los fuertes lazos de unión que existen entre padres e hijos. L

as gran mayoría de familias italianas responden al prototipo de familia “a la antigua”, es decir, cada miembro de la unidad familiar responde a un papel determinado y el respeto viene dado por el papel que le ha sido asignado a cada uno.

Ello se ve reflejado desde el noviazgo pasando por el matrimonio tal y como hablamos más adelante, y en otros contextos, habitualmente relacionados con la religión, como el bautismo, la comunión o la confirmación, costumbres italianas relacionadas con los niños.

Por ejemplo, la importancia del bautizo es tal, que la fiesta que se hace anterior y posteriormente es similar a la que se prepara para el día de la boda, es decir, de carácter multitudinario.

Gastronomía

La gastronomía italiana constituye uno de los iconos más típicos de los usos y costumbres de Italia, así como un reflejo de la diversidad cultural existente en este país europeo.

Sus platos típicos se incluyen dentro de la famosa dieta mediterránea y su elaboración requiere de una serie de costumbres culinarias de lo más características.

Sin duda, el primer plato que viene a la mente cuando se piensa en comidas típicas de Italia es la pizza, un plato que ha dado la vuelta al mundo y del que existen un sinfín de variedades.

Por supuesto, después de la pizza el siguiente plato por excelencia es la pasta con sus infinitas versiones, ingredientes y complementos. Las pastas italianas están abiertas a la imaginación de quien las cocine, aunque han sido algunas recetas concretas las que han triunfado con el paso del tiempo.



Normalmente, la pasta va siempre acompañada de alguna salsa y especias varias como el orégano o la albahaca. Los platos de pasta, así como la pizza se sirven como primer plato o il primo, después de l’antipasto o entrante si se sigue la estructura típica del menú italiano.

Entre las pastas más típicas destacamos las siguientes:

  • Cannelloni
  • Ravioli
  • Tagliatelle
  • Spaghetti
  • Maccheroni

Cabe mencionar que los italianos no solo tienen pasión por su gastronomía, sino que tienen una serie de costumbres fundamentales a la hora de sentarse en la mesa y al comer.

Aunque existen varios hábitos, las reglas básicas son dos: en primer lugar, cortar la pasta con cuchillo está considerado como un acto de muy mala educación; en segundo lugar, está bastante mal visto acompañar un plato de pasta con pan.

Música

Los italianos cuentan con dos géneros musicales típicos: la ópera y la música instrumental. No obstante, estos estilos varían según cada región del país, donde se incluye también música popular y romántica.

En definitiva, la música, al igual que la comida y otros aspectos, ha sido el símbolo más representativo de la identidad cultural italiana desde finales del siglo XVI, cuando se comenzaron a desarrollar la ópera y la música clásica europea.

La ópera, palabra proveniente de la lengua italiana y que significa obra musical, se remonta al 1800 y enseguida obtuvo una muy buena acogida entre el pueblo nacional.

Los italianos de hoy en día continúan sintiéndose muy orgullosos de su género musical por excelencia, especialmente en referencia al canto lírico gracias a figuras como el ya fallecido Luciano Pavarotti.

De todos los países europeos, Italia es uno de los que más variedad en cuanto a tradiciones ofrece por estas fechas. A simple vista, el turista puede observar que las calles no se iluminan ni decoran tanto como en otros países.

Siguiendo con la costumbre de ser muy familiares, los italianos tienen un dicho para la Navidad: Natale con i tuoi, Pascua con chi vuoi, que significa Navidad con los tuyos, Pascua con quien quieras. De esta forma, se puede ver que la mayor parte de celebraciones navideñas tienen lugar en casa, junto a los más allegados.

El día 24 de diciembre se celebra la Nochebuena con la tradicional cenone, que significa literalmente gran cena. Ésta comienza con los antipasti o entrantes, a los que siguen espaguetis con almejas, pescado, verduras, fruta, turrones, etc.

El día 25 o día de Navidad se celebra con comidas a lo grande, visitas a los familiares, reuniones con los amigos e intercambios de regalos.

En Nochevieja, la cena que se prepara se conoce como la notte di Capodanno, en la que, una vez más, se come y se bebe en abundancia. Cuando llegan las doce de la noche, es costumbre salir a los balcones para despedir el año que se va y recibir el año nuevo.

En algunas regiones de Italia, en este momento se regalan entre los miembros de la cena prendas de color rojo como símbolo de buena suerte para el año que entra, mientras que en Nápoles, Sicilia y Calabria se mantiene una costumbre milenaria que consiste en arrojar muebles y utensilios en desuso por la ventana, como símbolo del desprendimiento de todo lo malo que pudo suceder el año anterior.

Semana Santa y Pascua

Al igual que la Navidad, la Pascua también representa una fecha señalada en el calendario de los italianos. La Semana Santa se celebra de manera similar a España mediante procesiones y rituales antiguos que recorren las calles de pueblos y ciudades y en los que se puede ver a devotos de todos los rangos de edad.

Las procesiones italianas se corresponden con las creencias y valores funerarios de Italia en el sentido de que representan un acto muy sentimental.

Las procesiones más destacadas tienen lugar en primer lugar en la Ciudad del Vaticano con la misa que dirige el papa en la Basílica de San Pedro a la luz de las velas. En segundo lugar, destacan igualmente las celebraciones que tienen lugar en Roma.

En Cerdeña, por ejemplo, las confraternidades de Cagliari organizan una serie de procesiones que se han convertido en las más populares de Italia y que comienzan el Domingo de Ramos.

En Florencia, el domingo de Pascua es sinónimo de paz y perdón. Por ello, dicho día la plaza del Duomo, una de las arterias principales de la ciudad, se llena de fuegos artificiales y se celebra el espectáculo conocido como scoppio del carro, que significa explosión del carro.

El huevo también posee un significado de lo más curioso durante la Pascua italiana. Es símbolo del inicio de la vida y se utiliza hasta en juegos de niños como el famoso Punta e cul, el cual se practica mucho en la provincia de Pésaro, en Umbria. Asimismo, existen varios platos típicos de la Semana Santa italiana que incorporan el huevo en su receta.

Religiosidad

De acuerdo con una investigación de Eurispes, entidad italiana dedicada al estudio de los diferentes valores políticos, económicos y sociales, más del 87% de la población italiana se declara católica y casi el 40% practicante.

De los encuestados en la investigación anterior, el 30,8% de personas de entre 18 y 24 años acuden a misa cada domingo, mientras que solo el 28,5% de sujetos de entre 34 y 44 años lo hacen cada domingo. Así, con estas cifras podemos hacernos una idea de la importancia que tiene la religión para la sociedad italiana, donde la edad no es un factor determinante.

Teniendo en cuenta estas cifras, no es casualidad que el Vaticano, donde se encuentra la Santa Sede (máxima institución de la Iglesia católica), se encuentre en Italia.

Por ello, acontecimientos como el casamiento, el bautizo, la comunión y la celebración de fiestas religiosas como el día de San Francisco de Asís, entre muchos otros, reflejen el significado de la fe italiana.

Saludos

Entre las costumbres sociales más características de la colectividad italiana, llama la atención la forma que tienen de saludarse.

El saludo más común consiste en saludarse con las manos y, después, dar un beso en la mejilla de la otra persona sin rozarla con los labios.

Este saludo es similar a la costumbre española de darse dos besos en las mejillas, con la diferencia de que los españoles ofrecen primero la mejilla derecha y los italianos la izquierda.

No obstante, es sabido gracias a varios estudios comparativos que los italianos no se sienten demasiado cómodos cuando realizan este saludo con un español porque, según afirman, éste último muestra demasiada efusividad al hacerlo.

La forma de saludo más informal es el popular Ciao, que se usa tanto para decir hola como adiós.

En cambio, en contextos que requieren algo más de formalidad, las fórmulas más empleadas son buongiorno y buonasera para decir buenos días y buenas tardes, respectivamente.

Por su parte, nuestro buenas noches equivale a buonanotte y se utiliza únicamente cuando la persona en cuestión se va a dormir literalmente. A nivel regional existe una forma muy extendida que es buondi’ y significa lo mismo que buongiorno, salvo que se utiliza en cualquier momento del día.

Por otro lado, cuando se trata de saludar a personas desconocidas o al dirigirse a un grupo, lo habitual es decir Salve.

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